Bogotá, 27 feb (Prensa Latina) El antiguo jefe de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) Salvatore Mancuso debe llegar hoy al país, deportado desde Estados Unidos, para esclarecer violaciones perpetradas durante el conflicto armado.
Mancuso es el primer paramilitar aceptado por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), tribunal que avaló su sometimiento en su calidad de incorporado, entre los 1989 y 2004, a la Fuerza Pública, a partir de su participación como punto de conexión entre el aparato militar y el paramilitar.
Una vez llegue a este país, deberá firmar el acta formal de sometimiento ante ese tribunal de justicia transicional, nacido de los Acuerdos de Paz de 2016, para comenzar a dar sus aportes de verdad, justicia y reparación en los casos donde sea requerido.
En julio del pasado año, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, designó a Mancuso como gestor de Paz para que se conozca la verdad del paramilitarismo, la desmovilización y sus alianzas promete ser un mundo de revelaciones.
«El proceso de paz entre el gobierno de Uribe y los paramilitares aún no ha terminado, aun no se sabe toda la verdad las haciendas entregadas en parte se han perdido en manos del estado, recicladas a nuevos grupos que heredan el paramilitarismo, muchos cuerpos de víctimas aún no han sido encontrados», señaló entonces el gobernante en la otrora red Twitter.
«Para terminar el proceso y lograr la completa paz he decidido nombrar a Salvatore Mancuso como gestor de paz», comentó en su perfil en el contexto de su política de Paz Total.
La JEP aceptó de manera excepcional el sometimiento del exparamilitar en su calidad de sujeto funcional y materialmente incorporado a la fuerza pública, entre 1989 y 2004, periodo en el cual el excomandante de las AUC, ejerció un rol de bisagra en la cúspide, como superior, con la fuerza pública, con capacidad de establecer patrones de macrocriminalidad.
La Sala de Definición de Situaciones Jurídicas concluyó que Mancuso, como sujeto bisagra o punto de conexión, tuvo el poder para ‘mover los hilos’ de estructuras militares, empresariales, políticas, e incidir en agentes del Estado de alto rango.
La instancia considera relevantes las manifestaciones de Mancuso sobre su participación en la planificación y ejecución de operaciones que eran exclusivas de las Fuerzas Militares, de la Policía Nacional o de organismos de inteligencia, como el DAS.
También, el hecho de que manifestara su incidencia en el nombramiento o en la remoción de agentes del Estado y que tuviera la capacidad de condicionar los procedimientos reglamentarios relacionados con el otorgamiento de licencias a las Convivir.
«El retorno de Mancuso al país debe contribuir a la construcción de la paz, la justicia, la verdad y la no repetición de la guerra. Le extiendo la mano a Mancuso para reconciliar el país y sacar a la luz pública todas las responsabilidades del conflicto armado. ÂíLa paz vencerá!», expresó el presidente del partido Comunes, Rodrigo Londoño.